Os dejo la traducción de la primera hora larga de un documental de 4 horas traducido por mi. Creo que es muy comprensible y accesible al gran público. En la medida en la que vaya traduciendo más, os lo iré dejando aquí. Que lo disfrutéis y lo compartais. Por mi parte no hay problema de que lo pongais en vuestros blogs.
Las cinco leyes biológicas
Documental: «Las 5 leyes biológicas»
Tercera revolución en la historia de la medicina.
Trataremos de explicar las cinco leyes biológicas y las implicaciones que ellas tienen, con el siguiente ejemplo ilustrativo: “EL GATO Y EL RATÓN”
Imagina un ratón cruzándose en el camino de un gato. El gato avista un buen bocado de comida, el ratón por el contrario se percata de estar en peligro de muerte. Por la determinación biológica el ratón huye inmediatamente. Es una experiencia familiar que en situaciones extremas, se liberan en nosotros energías excepcionales. Precisamente esta es uno de los aspectos que queremos desarrollar aquí. Las células alveolares del pulmón del ratón activan el estado de simpaticotonía, dando como resultado una funcionalidad extra, incrementando la permeabilidad al oxígeno. De este modo el ratón es capaz de inspirar aire más eficientemente y mantenerse corriendo durante un periodo prolongado de tiempo. Después de correr durante dos minutos exitosamente y encontrar un refugio, el ratón podrá respirar tranquilo y recomponerse durante dos minutos. Se encuentra ahora en estado de vagotonía o parasimpaticotonía.
Si trasladamos esta situación a nuestra vida, un diagnóstico médico de enfermedad mortal (sin importar cuál sea) podría ser interpretado en el mismo sentido que el ratón interpretó la presencia del gato. Desde el punto de vista biológico, el diagnóstico de enfermedad mortal puede ser interpretado del mismo modo que el ratón asume la presencia del gato, del cual intentará escapar. Sin embargo, nosotros no podemos salir corriendo de este diagnóstico en un sentido literal, siendo ello contrario a nuestra determinación biológica. El miedo provocado a la muerte se perpetua, a la sazón que el paciente ahora es incapaz de dormir, perderá el apetito y descansará escasamente, ya que se activa en él un programa biológico para informarle de la necesidad de escapar del mortal enemigo (estado de simpaticotonía o de conflicto activo)
Compara esta situación con la del gato y el ratón. Hay una importante diferencia referente a la duración. Para el ratón hay sólo dos posibilidades, escapar o ser devorado. Bajo ninguna circunstancia se mantendrá huyendo durante semanas o meses. En un entorno natural el miedo a la muerte no puede perdurar durante periodos prolongados de tiempo. En el caso de nuestro paciente, ya que las células pulmonares han estado trabajando al máximo de su capacidad durante semanas, comienzan a multiplicarse para hacerse cargo de la sobredemanda. Gracias a este excedente de células, puede ser absorbida una mayor cantidad de oxígeno por unidad de tiempo. Si en este periodo nuestro paciente visita al doctor de nuevo, este encontraría lo que se suele denominar un tumor maligno en el pulmón, concluyendo que ello certifica una metástasis del cáncer primario (en el caso en que la enfermedad mortal diagnosticada haya sido de cáncer). Sin embargo, este cáncer es un programa en sí mismo, desencadenado por el miedo a la muerte favorecido por el anterior diagnóstico. Esta proliferación de células nunca fue “maligna” o carente de sentido, ya que biológicamente ayuda al animal (en este caso nuestro paciente humano) a salir corriendo. Ahora asumamos que nuestro paciente no se ve alarmado por el médico, que hace un pronóstico adecuado del cáncer de pulmón en base a los mecanismos biológicos explicados. Inmediatamente el paciente sentirá un profundo alivio y finalmente podrá retornar a su estado de reposo. “El paciente ha salvado con éxito su vida del depredador” (en este caso la amenaza de muerte por enfermedad). Aunque durante semanas han estado proliferando células pulmonares, ahora algo diferente empezará a ocurrir. El excedente de células alveolares se torna ahora innecesario y comienza la degradación de las mismas, mediante el mecanismo de la tuberculosis y la expectoración. El paciente toserá expulsando coágulos de sangre. El ratón no necesitó este excedente de células durante los dos minutos de miedo a morir, siendo absurda por ende la descomposición tuberculósica. El paciente humano muestra sin embargo una cierta preocupación por su salud y vuelve al doctor, el cual diagnosticará ahora tuberculosis pulmonar, siendo esta una sintomatología consecuente tras la resolución del conflicto de miedo a la muerte, la cual genera un importante malestar de duración predeterminada, aproximadamente de la misma duración que el periodo durante el cual se sostuvo el conflicto por miedo a la muerte. No obstante, el proceso de descomposición del excedente de células sólo será posible si el organismo puede transportar la micobacteria tuberculosis. En ausencia de la micobacteria, debido a la erradicación de la misma por tratamiento médico, el tumor pulmonar se encapsulará, permaneciendo en su sitio, algo que no plantea ninguna amenaza directa. La tuberculosis, que siempre se entendió como algo “malo”, es realmente un recolector de desechos orgánicos, ayuda inestimable en la recuperación del paciente. Conforme a este planteamiento, se puede observar cómo tras la Segunda Guerra Mundial, hubo un elevado índice de tuberculosis en Alemania, ya que muchas personas resolvieron su conflicto de miedo a la muerte. Entendido biológicamente, el ratón ha escapado con éxito del gato. El índice de infecciones por tuberculosis en esta época fue cero.
¿El cáncer de pulmón está provocado por miedo a la muerte?
Tengamos en mente que no existe un único tipo de cáncer de pulmón, ya que el pulmón está conformado por distintas estructuras y tejidos, reaccionando cada uno de ellos a diferentes desencadenantes. Nuestro ejemplo se remite únicamente a los alveolos pulmonares. Para los canales bronquiales o las células de la pleura, existen diferentes programas con sus respectivos desencadenantes y procesos. Pero en ningún caso podemos hablar de un significado biológico maligno. Más aún, nunca han existido las llamadas metástasis, ni el “cáncer” de pulmón provocado por la adicción al tabaco u otros agentes tóxicos. Este es sólo provocado por la noción del sentido biológico de miedo a la muerte, lo cual requiere de una hiperfunción de los alveolos pulmonares. Ello no requiere por tanto de ninguna “lucha contra el cáncer” contrariamente al punto de vista sostenido generalizado. No existen indicios de errores de la naturaleza, que necesiten ser reparados, tal como asumen la medicina clásica y alternativa.
¿Son el cáncer y otras así llamadas “enfermedades” una salvaguarda de nuestra vida? Si las 5 Leyes Biológicas descubiertas por el Dr. Hamer son correctas, ello supone un cambio radical de nuestra comprensión.
La maldición del cáncer… (se inicia una serie de conversaciones cortadas)
“El rompecabezas se ha resuelto finalmente… ¿y qué podemos decir del Sida, la leucemia, la parálisis, la diabetes?, ¿Demasiado bueno para ser cierto?
Las personas que sufren de cáncer se agarran a todo aquello que pueda darles algo de esperanza de vida o de curación. No es extraño por tanto que ellos ciégamente crean las promesas de los charlatanes.
Atrapados en una secta de muerte…
Un movimiento está ganando apoyo en Europa, llamado Nueva Medicina Germánica.
Nueva medicina germánica, ¿esperanza o fraude?
Esto podría pasar por una loca teoría y no llamar más nuestra atención, sino fuera por la cantidad de personas enfermas que caen en las redes de estas absurdas terapias.
Está usted mezclando diferentes cosas y poniéndolas juntas generando un planteamiento verdaderamente confuso.
Su teoría está cimentada sobre el engaño…
Es usted un loco y creo que necesita tratamiento psiquiátrico.
Este es el Dr Hamer, descubridor de las 5 leyes biológicas de la naturaleza.
¿Y por qué no verifica lo que estoy planteando? Estoy preparado para enfrentar a cualquier comisión investigadora.
Señor Hamer, el problema es que nadie puede llevar a escrutinio esas ideas locas y enfermizas que plantea usted.
¿Me permite preguntarle si es usted capaz de leer?
Deje de plantear sus estúpidas observaciones.
¿Cómo puede usted, en representación del establishment médico, prevenir a la gente para que caiga en las redes de este psicópata charlatan?
Este es el triunfo de la locura, un físico renombrado discutiendo con un charlatan sobre sus absurdas teorías; tolerancia que podríamos considerar casi criminal. Vayamos al siguiente asunto”.
¡Alto, alto, alto! He ahí la cobertura mediática, “objetiva” e “imparcial”…
En contraste a ello, este documental tiene realmente como objetivo explicar los fundamentos de las 5 leyes biológicas, de modo que cada persona pueda probar su veracidad y juzgarlas.
Hága el favor de no tomar lo que aquí se dice como una creencia, a menos que usted lo pueda comprobar por sí mismo.
¿Cómo llegar al fondo de la cuestión?
El Dr. Hamer ha resumido las 5 leyes biológicas bajo el nombre de “Nueva Medicina” y más tarde como “Nueva Medicina Germánica”.
Las frase “Nueva Medicina” no hace referencia a un nuevo remedio o curación, sino más bien a una nueva escuela de pensamiento extensible, a todo el campo de la medicina, desde la cual se puede derivar una nueva aproximación para logar la recuperación de la salud en animales y humanos.
Un cambio de paradigmas
Es la primera vez en la historia de la medicina occidental, en base a lo que nosotros podemos rastrear históricamente, que tenemos un sistema adecuado para explicar la esencia y el origen de las enfermedades, aquello que venimos llamando enfermedades.
El núcleo de las 5 leyes biológicas no se fundamenta en su esencia, en la aplicación de técnicas innovadoras.
La nueva medicina es una vía novedosa desde la que es posible concebir el origen y curso de los programas naturales especiales, llamadas comúnmente enfermedades, las cuales, basándonos en los conocimientos actuales más extendidos, se interpretan mediante diagnósticos erróneos que impiden ver el significado real de estos complejos sintomáticos.
Las 5 Leyes biológicas descubiertas por el Dr. Hamer, aportan una nueva visión fundamental de cómo es la naturaleza, de cómo ella trabaja, qué es salud y qué es enfermedad.
Tenemos ahora un panorama completamente diferente. Partimos de un conjunto de ideas sin precedentes, pues estos programas naturales son realmente beneficiarios de nuestra supervivencia.
Para mí esto es realmente trascendente, más allá del beneficio individual, creo que la humanidad necesitará estos conocimientos. Este conocimiento en el futuro no deja bases para la discriminación o incluso la política del miedo promovida extensamente dentro de la medicina. Esto es una condición previa para el futuro de la humanidad.
Soy asesora farmacéutica y he trabajado como periodista en medicina. Desde el año 2000 me he encontrado repetidamente con los planteamientos de la Nueva Medicina, he tratado con ella y hablado con todo tipo de oncólogos en todo el país, que me han aportado sus opiniones, y me sentí desconcertada porque cada vez que les hablaba de los planteamientos de la Nueva Medicina, chocaban de frente. Por ejemplo, pregunté al director de la facultad de medicina: “¿qué piensa usted de la Nueva Medicina?”. Su respuesta fue: “como reputada periodista, usted no debería entrometerse en cosas de ese tipo”. Caramba, eso aumento mi curiosidad.
El sociólogo Paul Watzlawick distingue 2 tipos de cambios ocasionados por avances científicos: 1) cambios en los supuestos básicos, cuando nuestras creencias básicas sobre el mundo, sobre nosotros y sobre ciertos procesos se modifican de manera fundamental. 2) Cambios que engloban aspectos técnicos, innovaciones técnicas o metodológicas, que mantienen intactos aquellos supuestos. El tipo 1 ocurre de manera muy infrecuente en la ciencia. Por supuesto, cuando alguien lleva comprometido durante muchos años con su base de conocimientos, no le será fácil estar de acuerdo en someter a juicio sus supuestos y tesis aprendidas.
Esto es una revolución dentro de la medicina. No se trata de una mera revisión, como cuando se cambian de sitio los muebles para mejorar un escenario. Dentro de la medicina se producen muchos avances a gran velocidad, pero aquí estamos tratando con un cambio de escenario. Es un escenario completamente nuevo. Es de hecho, una enorme revolución.
Antiguamente, la medicina descansaba sobre los principios de la demonología. Se creía que la enfermedad era originada por el pecado y que podía ser prevenida o repelida adoptando un estilo de vida piadoso o mediante la expulsión de los demonios en exorcismos. Durante mucho tiempo, basándose en el dogma religioso, se prohibió diseccionar o examinar el cuerpo humano. Con la aceptación de las autopsias y el estudio en anatomía, se dio un gran paso generador de la Primera Revolución en la Medicina. El ciego demonismo fue suplantado por una visión más técnica del organismo y la comprensión precisa del funcionamiento e interacciones entre órganos. La patología humoral surgió dentro de esta revolución, como así también la homeopatía y la terapia con flores de Bach. Ello constituye uno de los pilares fundamentales de la medicina contemporánea; el organismo es entendido como sistema meramente técnico y bioquímico, de modo que los defectos técnicos, los desequilibrios y los bloqueos son las causas de la enfermedad. A la luz del microscopio se pavimenta el camino para nuevos descubrimientos. Las cosas que de esta manera se ocultan al ojo humano, pueden ser visibles no obstante. Ello dio lugar a toda una escuela de pensamiento atomista dentro de la medicina, mediante la que se buscaban las causas de la enfermedad en unidades anatómicas cada vez más pequeñas. Microorganismos, genes y mutaciones celulares son ahora las responsables de las enfermedades. La oncología actual y la emergente inmunología caminan acordes a estos patrones. En 1981, el físico alemán Geerd Hamer, estableció los fundamentos de la 3ª Revolución en el campo de la medicina. Desde ese momento quedo clarificado la incorrecta comprensión que hasta ese momento habíamos tenido de las enfermedades y entendimos que en su lugar existen una serie de procedimientos biológicos especiales significativos. Hablaremos pronto de ellos.
Estas 5 Leyes Biológicas representan la tercera revolución en el campo de la medicina, un cambio de paradigma, en el cual nada es comprendido como correcto o incorrecto, sino en términos de eficiencia desde la perspectiva de la naturaleza.
Somos muy dados a pensar que sólo la gente con titulación dentro de las jerarquías académicas tienen licencia para proponer artículos de medicina, pero si el Dr. Hamer (médico con 5 especialidades) está en lo cierto con estos descubrimientos, entonces, básicamente los estudios en medicina necesitan ser revisados.
Para ser franca, la primera vez que escuche hablar de esto, pensé que esta gente estaba loca. Entonces empecé a revisarlo por mí misma y a chequearlo en todos mis pacientes y tuve que admitir que el planteamiento era correcto.
Esto significa que todo el planteamiento puede ser comprobado por cualquier persona. Ya no hace falta poner una fe ciega en los títulos académicos estipulados que suplanten la verificación del conocimiento por parte de cualquiera. Lo que el Dr. Hamer plantea, lo que yo planteo, lo que cualquier puede verificar es que puede ser probado y revisado si realmente hace honor a la realidad biológica.
Estas leyes biológicas no son las estimaciones probabilísticas de las que tan usualmente se hace uso en medicina clásica, sino leyes de la naturaleza, que gracias a su estructura sintáctica y a sus contenidos concretos, están sujetas a refutación. Por lo tanto, no podemos tener leyes como: “con una probabilidad del 90% esto o aquello es la causa de…” porque la regla es: si existe un único caso que difiere del resto, no podemos hablar de ley”.
Sin embargo, la ciencia médica parece satisfecha con las correlaciones estadísticas. El 30% de las personas con úlceras gástricas tiene el huésped Helicobacter Pilori (un microorganismo). La conclusión que se deriva es por tanto que este microorganismo es la causa de la úlcera gástrica. Sin embargo sólo se menciona el 30% de los casos. Esto es un ejemplo que recibió el galardón del Nobel en el año 2005.
En este sentido, hay siempre dos variables que poner en relación y una medida que establece si la correlación entre ambas es significativa, pero ello no significa que si una de las dos variables se manifiesta, podamos esperar la otra con absoluta certeza.
En esta misma línea, en 2008 recibió el galardón del Premio Nobel el descubrimiento de la correlación entre el virus del papiloma humano y el cáncer cervical de útero. Sin embargo, casi todas las mujeres tienen este huésped en su organismo, mientras que el cáncer de útero es una condición ginecológica muy poco usual.
Es por todo esto que encuentro remarcable el hecho de que no podemos seguir manteniendo supuestos hipotéticos que permiten las excepciones, sino supuestos reales que clarifiquen las verdaderas relaciones causales.
Esto es cierto en el proceso de concesión de licencias para nuevos medicamentos y terapias. La siguiente parábola la tomamos del libro del profesor Peter Yoda, “revelaciones de un médico privilegiado”. “Demostraré mediante un ejemplo (algo exagerado) como se llevan a cabo las investigaciones. Asumamos que soy un vendedor de calcetines y quiero entrar en el mercado de los pacientes oncológicos. Para ello dirigiría mi estudio de la siguiente manera: todos los pacientes con cáncer de próstata serán evaluados en base al color de sus calcetines. Con independencia de los resultados, tendré siempre un grupo con índices de supervivencia mayores que el resto. Supongamos que el grupo de los “calcetines azules” tiene un índice de supervivencia del 6%, frente a un 4% en el resto. Ahora podría promocionarlo publicitariamente en papel satinado y organizar una conferencia para doctores en un prestigioso hotel y declarar que los calcetines azules incrementan la esperanza de vida hasta en un 50%. Sólo más tarde, necesitaré un grupo de científicos para que expliquen por qué los calcetines azules prolongan la esperanza de vida. Una posible explicación podría ser que los calcetines azules emiten ondas luminosas con una frecuencia electromagnética de entre 400-500 nanómetros, y que recientes estudios estadounidenses (lo que siempre es una buena frase) han demostrado que las células del cáncer de próstata pueden ser destruidas más rápidamente cuando son expuestas a estas frecuencias en laboratorios. Nos aseguraremos de incluir esta declaración: estos estudios requieren de mayores investigaciones, pero los primeros resultados son realmente prometedores, algo que nos lleva a esperar nuevos avances en la optimización del tratamiento en un plazo de entre 3 a 4 años. El punto crucial es dar la sensación de que no existe manipulación; cada cosa dicha es cierta. Rápidamente ya la cuestión no será si la terapia de los “calcetines” funciona, sino qué calcetines pueden hacer mejor su papel. Llegará el momento, cuando todo el mundo esté convencido, de plantear que si existe alguna esperanza de sobrevivir al cáncer, pasará por recurrir a esta terapia. Este es un argumento circular: el cancer es maligno y mortal; la única esperanza proviene de la quimioterapia. Hacer una revisión sobre si la quimioterapia tiene algún beneficio, se plantea como inadmisible, ya que es la única salvación para los pacientes de cáncer. De este modo, por razones éticas, no será posible dirigir estudios con pacientes sin el uso de “la terapia de los calcetines”, puesto que los calcetines son la única oportunidad de superviviencia y por tanto nadie debe negarse. El mismo razonamiento se emplea en lo referente a la terapia química. El procedimiento es similar para todas las terapias médicas, tal y como sucede en el ejemplo ilustrativo que hemos enunciado. El índice de mortalidad por causa de “la quimio de calcetines” no se ve sometida a evaluación. “En estos días Lázaro podría resucitar más rápido con los progresos en medicina” (Mario Marenco).
El triunfante avance de la quimioterapia solo es posible gracias a un grave error de apreciación. La mayoría de los tipos de cáncer consisten en grandes inflamaciones que se producen en el comienzo de la fase de reparación vagotónica. Gracias a la simpaticotonía inducida por los tóxicos químicos, la inflamación retrocede, lo cual crea el espejismo de efecto curativo. Esto se tornará claro en el curso del presente documental.
En 2004, la revista informativa alemana “Der Spiegel” (El espejo) tuvo la ocurrencia de publicar un artículo de quimioterapia titulado: “cura tóxica sin beneficios”. La investigación presentada demostraba que la quimioterapia no procura una mejoría de la salud y en su lugar plantea que esta cura tóxica se ha convertido en un dogma médico. La pregunta queda planteada: “¿cuál es la evidencia de que los pacientes sometidos a quimioterapia prolongan su esperanza de vida? (desde el punto de vista causal)”. Hasta lo fecha no se ha llevado a cabo ningún estudio decisivo desde el punto de vista comparativo. En todos los estudios clínicos, los promotores farmacéuticos comparan únicamente los nuevos citotóxicos con los antiguos. Nunca se elaboran estudios con un grupo de control sin estos tratamientos. Para obtener una autorización de admisión de un tratamiento es suficiente con verificar, partiendo de un número cuidadosamente elegido de pacientes experimentales, estadísticas claramente significativas que proclamen ventajas, en comparación con otro citotóxico convencional. En el artículo también se hace referencia a la Universidad de epidemiología de Heidelberg, por parte de Ulrich Abel, manifestando dudas en cuanto a los beneficios reales de la quimioterapia: “Profesor Abel, experto en bioestadística de la Universidad de Heidelberg, instituto alemán, líder la investigación del cáncer, concluye que sin importar el tipo de cáncer, la mortalidad para esta enfermedad ronda el 90%. Esto significa que de cada 100 personas sometidas al tratamiento estandarizado contra el cáncer, 90 de ellos mueren aproximadamente en un plazo no superior a 5 años. El tribunal federal alemán, en una resolución que tengo aquí delante de mí, establece que la terapia convencional contra el cáncer carece de bases científicas. Es una enfermedad cuyo curso y origen desconocen, y para dicho curso, estas terapias no pueden influenciar de un modo verificable. Conforme con el Tribunal federal. De este modo, el “éxito” de la terapia convencional, no presenta virtualmente indicio alguno de eficiencia. El Dr. Hamer trató pacientes en Austria, en la ciudad de Burgau, donde tiene a su cargo un centro. Los informes de los pacientes han sido recientemente confiscados por investigadores criminales. En el plazo de 8 a 9 años, había allí de 6000 a 7000 pacientes. Todos ellos fueron buscados por investigadores austriacos. Los oficiales de policía encontraron que 5000 de esos pacientes seguían con vida. Ello supone una inestimable aportación por parte del Dr. Hamer. Del 70 al 80% de los pacientes tratados, habían sobrevivido incluso después de muchos años. No se puede hablar de estos números en base a la terapia convencional del cáncer.
La revista “Der spiegel” cita al ex -jefe de servicio de ginecología de un hospital universitario: “debe despertar nuestra preocupación ante lo que un creciente número de médicos dice: “personalmente no permitiría que se me aplicara este tipo de terapia química”
Cuando se dan casos en los que el cáncer retrocede de manera natural, estos son desestimados, aludiendo motivos de una conjetura de diagnóstica errónea, puesto que es un dogma inamovible que el cáncer no puede retroceder. De otro modo, las teorías subyacentes del cáncer, carecerían de sustento real. Si una enfermedad maligna desaparece repentinamente y de manera sorprendente el paciente sobrevive, en contra de todas las expectativas, esto es calificado por el establishment médico como una curación espontánea “mistica”, o bien, que el diagnóstico inicial de malignidad fue erróneo.
Por tanto, cuando alguien se curó de cáncer porque este desapareció, lo que se puso en cuestionamiento fue lo acertado del diagnóstico. Finalmente, lo que se viene a decir es, que “había una sospecha de… cáncer”. En el fondo, la medicina establecida intenta trasladar la idea de que algunas veces el cáncer se cura, puesto que se publican estudios que indican que tras cinco años, existen supervivientes de cáncer. En estos, se tienen en cuenta las curaciones “espontaneas” o “milagrosas”, pero sin pensarse que “no puede ser curado” (según ellos). Más bien piensan: “ok, tienes que someterte a quimioterapia, de este modo puedes tener una oportunidad”. Este es el modo de pensar habitual. “El microscopio electrónico amplia el tamaño de un linfocito T, el mismo número de veces en la que se incrementa nuestra ignorancia en relación al conocimiento de la célula”, Manu L. Kothari/Lapa A. Mehta.
Al igual que con los calcetines del ejemplo, el negocio radica en la venta de las terapias químicas. Y ellos son vehementes en la creación de su demanda. Esta es generada mediante la publicidad, si bien este tipo de publicidad difiere de aquella a la que estamos habituados, puesto que, ni se indica el carácter de interés comercial, ni quienes se lucran de ello. Tal como en la mayor parte de la publicidad, explotan el miedo de las personas, pero de un modo más flagrante que en la promoción de un detergente. Las pruebas para la prevención de cáncer son la otra parte del negocio; cuanto más miedo tenga la gente y cuanto más crean que solucionarán su miedo mediante las pruebas preventivas, más grandes serán las ventas, lo cual supone al mismo tiempo un abanico más amplio de posibles pacientes y consumidores de otros tratamientos que esperan a ser comprados. La demanda es creada por el impacto que genera el posible miedo a la muerte, aneja el presunto remedio. (Se escucha un anuncio real: “¿también tú te sientes bien?, aun así, usted podría tener cáncer intestinal. Cuando se siente, ya es demasiado tarde… Pero detectado a tiempo, es 100% curable. Únete a mí en el tratamiento preventivo de cáncer intestinal”, ya verás como te sientes mejor. Verona Pooth”. Presentado siempre por gente famosa, gente que siempre hacen uso de las mismas palabras, y que son cuidadosamente escogidos para generar un modelo social, dirigido a un grupo específico de personas. Por lo tanto, las verdaderas intenciones son ocultadas mediante retórica humanitaria que nadie se permite cuestionar (detrás están quienes financian esta publicidad tremendamente cara). “Lo que realmente hay detrás de las deslumbrantes innovaciones médicas, es el hecho de que cientos de miles de personas se ganan la vida gracias a las enfermedades supuestamente incurables, dominando de este modo el egoísmo comercial tras la máscara de cada idea humanitaria. Prof. Dr. Franz Friedmann.(1930)”. El dinero solo puede fluir si el cáncer es presentado como una enfermedad, maligna y letal. Un solo paciente convencido de someterse a quimioterapia arroja beneficios de cientos de miles de euros. Los médicos están obligados a ofrecer a sus pacientes la quimioterapia, bajo amenaza de perder su titulación.
La medicina establecida mantiene la visión de que la enfermedad, como por ejemplo el cáncer, se extiende por todo el cuerpo como una bestia descontrolada, replicándose a sí mismo como un proceso autónomo. Esto funciona como una profecía autocumplida en el paciente; tenemos diferentes programas biológicos que reaccionan a las diferentes amenazas a nuestra supervivencia o que imaginamos que lo está y ello actúa como un ataque a nuestra integridad vital. Por ejemplo, tan sólo por el miedo generado en el diagnóstico o el pronóstico de una supuesta enfermedad, se desencadena un programa especial, que confirma nuestros temores (p.ej., la aparición de un tumor).